martes, 4 de febrero de 2014

Crea(c)tividad

Creatividad.
Actividad.
Comunicación.
Lentitud.
Mirada nueva.
Ambición.
Sed de saber.
Sed de descubrimiento.
Chispa vital.
Intensidad.
Innovación.
Pensamiento lateral
horizontal
vertical
oblicuo
pero, en cualquier caso,
NO ACOSTUMBRADO.

A menudo me encuentro con la necesidad de escribir. A menudo me encuentro con personas que tienen la necesidad de escribir. El mundo necesita historias. Somos seres sociales. Mamíferos. Necesitamos la comunicación como el aire que a veces olvidamos respirar.

En este ámbito, el trabajo de la creatividad, tanto a nivel personal como profesional, centra mi vida y la de muchas personas que conozco.

La creatividad es la madre del futuro en marcha. El hálito del presente. Como dijo Marco Antonio de la Parra, hay que Crear o Caer

Desde hace tiempo, me dedico a escribir y a hacer escribir a otras personas. El resultado es un entorno personal de aprendizaje que engloba todos los niveles educativos desde la Secundaria hasta la Formación del Profesorado. La base de todo ello empezó, además de la propia inquietud por escribir, con la propuesta de unos alumnos del IES Terres de Ponent y del IES La Serra de Mollerussa: ellos me propusieron que pusiera por escrito las pautas de escritura que les iba dando en clase. Así nació, hará unos diez años, mi documento Escrivivir, en el que ya exponía las bases del método creativo que utilizo en mi práctica como escritora y como docente. Con las adecuaciones necesarias, el método vive en aulas de Secundaria y Bachillerato, en la Formación del Profesorado y en la Universidad. En este último caso, mi trabajo en la Universitat Oberta de Catalunya como consultora de Pensamiento Creativo me ofrece la oportunidad de trabajar con una creatividad vívida, nacida de alumnos y compañeros que tienen una voluntad de innovación constante.

¿Por qué, toda esta actividad?

La hipótesis de partida es que...

La creación literaria, basada en la atención a los procesos y no a los resultados, conduce a un aumento de las competencias comunicativa y literaria y, por lo tanto, a la educación integral de la persona.

Lo anterior se inscribe en el siguiente marco teórico:
Ø  Todo texto es un textum, un tejido en el que se imbrican las palabras de modo espejeante, de manera que escribir es tejer y comprender destejer.
Ø  Todo texto es un espacio de significado, un espacio literario [1] en el que se crean mundos, de manera que podemos afirmar que Texto = Mundo (uno, muchos…).
Ø  La creación nace a menudo de un error [2] en la conexión con la realidad que fecunda la mente y hace nacer nuevos mundos.
Ø  La Literatura (y toda forma de Arte) nace como un acto de Rebelión (Literatura = Rebelión) contra el mundo que se nos impone [3].
Ø  En este sentido, todo texto nace de una determinada (conflictiva o no) conexión con la realidad “de fuera” [4] que genera ya, pues, una múltiple significación (o una significación a veces borrosa) de lo que se escribe/se recibe/se lee/se interpreta [5] y que obliga a la búsqueda “hacia dentro” para encontrar materiales primordiales, antiguos, genésicos, dentro de cada una de las personas [6] implicadas en el proceso de creación.
Ø  Lo anterior no implica pedir al alumnado nada complejo. Antes bien, todos los ejercicios se encaminan a conectar lo que ya saben (más de lo que creen) con su instinto (quizá lo más arduo es liberar este instinto dentro de clase) para que entren de lleno en el terreno del insight, de la intuición o, ¿por qué no decirlo?, de la fiebre creadora [7].

Siguiendo el camino anterior (en línea recta o en zig-zag), se llega a la realidad nueva de un alumnado que
Ø  Ve aumentada su autoestima
Ø  Aumenta su capacidad de comprensión y de observación
Ø  Potencia su autonomía personal a nivel global
porque, en definitiva, lo que se persigue va más allá de la pura asignatura:

EL CAMBIO
HACIA UNA PERSONA/PERSONALIDAD MÁS CONSCIENTE,
MÁS “HUMANA”,
MÁS FELIZ.

Porque...

TEJIENDO TEXTOS, CONSTRUIMOS PERSONAS


Me doy cuenta, a estas alturas de post, que hay mucho que explicar aún. Pero nos centraremos un poco más.

Bien, Crea(c)tividad, pero... ¿cómo lo hacemos? ¿cómo la cultivamos? Y, en especial en los medios digitales...

TO TIC OR NOT TO TIC?


Hay infinitas iniciativas en el cultivo de la creatividad en las aulas, e infinitas pululan por los medios digitales. El trabajo en blogs o a través de aplicaciones que trabajan en digital storytelling, la abundancia de buenas iniciativas al respecto como Palabras Azules o Educ@conTIC, hablan de la buena salud del trabajo creativo en la red. Me llama mucho la atención la reinvención de los clásicos: véase, a tal fin, el Quijote tuiteado desde La Piedra de Sisifo.

Por supuesto, no hay que infoxicarse. De hecho, la creatividad más radical está reñida con el exceso de datos. El proceso creativo nace de la focalización y de la mirada alternativa, y eso es justo lo contrario a una mente saturada. Dicho esto, hora es de cerrar este post, pero no el trabajo. He tenido la osadía de crear una comunidad en Google + bautizada, cómo no, Escrivivir. Si eres una persona que tiene ganas de crear activamente pero no de ahogarse en el intento, estás invitad@ a participar.

Salud e ideas.



[1] Vid. Maurice Blanchot: El espacio literario.- Ediciones Paidós, Barcelona, 19922.
[2] Vid. Gianni Rodari: Gramàtica de la fantasia.- Ed. Columna, Barcelona, 1995. Elemento también postulado por José Saramago en el curso ofrecido sobre su obra en la UIMP, agosto de 2000.
[3] Una vez más, Rodari (La escuela de la fantasía.- Editorial Popular, Madrid, 2003) es quien nos pone ante la brecha que la “educación” estándar abre entre el mundo exterior y el mundo interior del alumnado. El concepto “Rebelión” lo tomo de Mario Vargas Llosa, que habló en estos extremos del arte de contar historias a lo largo de un curso magistral sobre novela impartido en la UIMP en julio de 1997.
[4] Vid. Renato Prada Oropeza: Literatura y realidad.- FCE, México, 1999.
[5] Vid. Umberto Eco: Signo.- Ed. Labor, Barcelona, 1988.
[6] Vid. George Steiner: Gramáticas de la creación.- Ed. Siruela, Madrid, 2005.
[7] La bibliografía al respecto es enorme, pero me ceñiré a dos de los estudios utilizados por mí en este camino: de José Antonio Marina y María de la Válgoma.- La magia de escribir.- Ed. Plaza y Janés, Barcelona, 2007, y de Steven Pinker.- El instinto del lenguaje.- Alianza Editorial, Madrid, 1995.


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